martes, 25 de noviembre de 2014

Pedagogía Afectiva

Bienvenidos al espacio en el cual estudiantes de la Licenciatura en Psicopedagogía de la UPAV, muestran parte de su pensamiento, ideas, reflexiones en torno al campo de la Psicopedagogía.

“La pedagogía afectiva como método de enseñanza-aprendizaje 
en la facultad de Derecho y Ciencias Sociales”
Lucero Saavedra Pineda(1)


Reseña de la teoría pedagógica afectiva

El primer objetivo que se emprenderá es el de reseñar el contenido general de la Pedagogía Afectiva, su origen, principales representantes, objetivos, algunas de las ciencias que resultan auxiliadoras de la afectividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, etc. Una de las cuestiones que más interesa en este capítulo es la de mostrar un panorama que aproxime a los postulados y principios defendidos por la Didáctica Afectiva en el campo de la educación y la implicación que esos principios tienen dentro de todo el proceso educativo. Esta tarea es un paso previo para preparar el contenido de tres capítulos posteriores, en los que se establecerán la viabilidad de instaurar esta pedagogía en la enseñanza del derecho dentro de la Facultad de la Universidad Michoacana y los efectos positivos que se desencadenan con tal hecho, un análisis del marco jurídico universitario para encontrar posibles limitantes al objetivo anterior, las acciones que se deben implementar antes de que la Pedagogía Afectiva se aplicase dentro de las aulas, entre otras cuestiones, las cuales llevarán a tener una propuesta clara y determinante a partir del presente trabajo. De investigación.

1.1 Definición y surgimiento.

Tradicionalmente lo afectivo podría definirse como una situación empática en las relaciones sociales interpersonales, es decir, cómo un ambiente donde se fomenta o favorece la manifestación y desarrollo de sentimientos como la ternura, el cariño, el amor, la compresión, etc. Dicho adjetivo estriba en la posesión de conductas de respeto y tolerancia hacia los demás. Históricamente se ha favorecido la constitución de sociedades opuestas a los postulados afectivos, he ahí la problemática mundial de las desavenencias y la intolerancia cada vez mayor en todos los procesos que la sociedad necesita para su propia sobrevivencia. “la expresión afectiva es imprescindible para el desarrollo normal del individuo, siendo al mismo tiempo, uno de los factores básicos del equilibrio y bienestar emocional de la persona, ella repercute en todo el ser humano, en su eficiencia intelectual, en sus actitudes y en su comportamiento”(2). 

Se entiende que los procesos afectivos en las relaciones humanas provocan cordialidad y por lo tanto un mejor y más adecuado desarrollo de los individuos que integran la sociedad. Así pues, la afectividad de manera genérica debe entenderse como conducta humana que estriba en la realización de comportamientos cálidos, tolerantes, amables y respetuosos en la convivencia cotidiana y en el momento en que se comparten con otros individuos la realización de actividades elementales, tales como la vida familiar, el proceso laboral y productivo, el proceso educativo y, en general, en todo momento en que se esté en contacto y trato entre individuos.

Los métodos de enseñanza-aprendizaje que hasta la actualidad imperan en las diversas sociedades han llegado a su agotamiento, ya no funcionan aquellos procesos en los cuales se favorecía exclusivamente la memorización y la transmisión de conocimientos inaplicables. En estos tiempos se necesita y se debe entender que el conocimiento no es un saber abstracto, sino que requiere ser transferido a situaciones y problemas reales, es decir, aplicar los conocimientos, actitudes, habilidades y destrezas que se enseñan en el aula a situaciones concretas en el marco del contexto no sólo profesional, sino también familiar y social. Las preocupaciones pedagógicas del siglo XXI han derivado una nueva serie de propuestas y alternativas de enseñanza y de reformas a los caminos que antaño pudieron ser afectivos pero que hoy no representan sino el enemigo a vencer. Así, en los albores del presente siglo, algunos estudiosos de las ciencias educativas han generado la Pedagogía Afectiva, ella contiene dentro de sus postulados básicos una revolución de todos los procesos de enseñanza-aprendizaje, enfocándose mayoritariamente en el desempeño del docente. Es necesario comprender que el profesor tradicional tiene dentro de si un gran cúmulo de errores, que urge modifique sus métodos y conductas. Al respecto de la Didáctica Afectiva Miguel de Zubiria dice:
Hoy día, con una educación casi en su totalidad al servicio de la industria más que de las personas, surge una alternativa revolucionaria en la educación, que es, privilegiar la dimensión afectiva del ser humano más que su producción. Entonces ¿Qué pasa con los conocimientos? ¿Deben quedar a un lado? Para nada, si algo caracteriza al ser humano, es la capacidad de comunicar a sus generaciones venideras sus conocimientos y descubrimientos, eso es hasta un derecho. Sin embargo sobre el conocimiento incluso está la persona y su felicidad, y lo que le hace feliz es amar y sentirse amado. Es más feliz quien ama y se siente amado. Mientras que aquel que sabe más no siempre es más feliz.(3)
La Pedagogía Afectiva es una teoría relativamente nueva, pues tal y como se dijo, surge a partir de iniciado el presente siglo.

Como consecuencia de las intervenciones de los estudios de la psicología genética en el campo educativo y, más particularmente, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, durante casi todo el siglo pasado, el componente afectivo de la personalidad estudiante, no fue considerado como factor determinante en el desarrollo de la inteligencia. Solamente hasta después de la muerte de Jean Piaget, en 1980, comenzaron los estudiosos y continuadores de su teoría pedagógicas y epistemológica a considerar con gran timidez la importancia de la afectividad, como componente psíquico de la personalidad, en el desarrollo intelectual.(4).
Por lo anterior, los procesos educativos se podría dividir en dos momentos históricos, el primero de ellos sería el tradicional y el segundo sería aquel que vino a reformar la educación desde finales del siglo XX y que hasta estos días sigue determinando tal proceso, dicho periodo se caracteriza por grandes innovaciones didácticas. A este último momento histórico pertenece la teoría que propone el manejo de la afectividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Anteriormente se tenían concepciones un tanto limitadas y erróneas sobre los modelos educativos a aplicar, pero las necesidades sociales, económicas y políticas han obligado a los intelectuales de la pedagogía a repensar el fenómeno de la enseñanza, pues el mundo actual exige mucho mayor compromiso y, puede aseverarse que las necesidades del pasado no son las del presente. La afectividad como modelo a seguir por quienes se dedican a la docencia representa una nueva oportunidad para regenerar la transmisión de conocimientos, pues este asunto no se reduce ya a una simple obligación de heredar saberes, sino que ahora se requiere reformar seres humanos integrales, que sean capaces de sentir, convivir, hacer y ser. Si los alumnos reciben comprensión sabrán dar esa misma comprensión y podrán ser ciudadanos de respeto y tolerancia en sus relaciones cotidianas.

El mundo postmoderno en que se vive abandera sucesos impactantes, para bien o para mal de todos los procesos sociales se ha renovado; la apertura comercial en grandes escales, al violencia generalizada y la pobreza cada vez mayor son las temáticas que diariamente se siente, se escuchan y se padecen en nuestro entorno inmediato. Por supuesto que el asunto educativo no ha quedado fuera, las condiciones imperantes lo han determinado. Es en estas condiciones que surge y se constituye la Pedagogía Afectiva, pues tal y como dice Eudosia Espinoza “el desarrollo globalizador de la sociedad nos obligan a pensar en una educación diferente, una formación espiritual más sana, una pedagogía del cariño, del amor, de la ternura, de los afectos, en una educación del corazón”(5). La afectividad ha encontrado bastante resistencia en su aplicación en México, pues la costumbre a no esforzarse, a la comodidad y a la no creatividad han llevado a que se siga pensando en modelos educativos tiranos, donde el profesor manda y los alumnos obedecen, donde el catedrático enseña y los alumnos sólo son receptáculos es pues, una escuela pedagógica totalmente moderna, surge en estos tiempos convulsos y difíciles en que se vive y, quienes la estudian aspiran a convertirla en una aplicación positiva y vigente, ya que los tiempos lo demandan. La mediocridad de las sociedades se debe en gran medida a las fallas en su aparato educativo y el progreso social dependerá mayoritariamente de la preparación acertada y eficaz de su población. La afectividad surge ante la necesidad de responder a la sociedad que demanda jóvenes con capacidades y habilidades que les permitan desenvolver y enfrentarse a los retos del mundo actual. Esta teoría pone por encima al ser humano antes que la competitividad comercial, como veremos en capítulos posteriores, de solamente crear seres humanos moldeados para que respondan a las necesidades del mercado, se trata de contribuir a la formación de hombres nuevos, que sean capaces de sentir y de pensar, pero sobre todo de resolver problemas de su entorno habitual y sepan contribuir con su semejante en la construcción de un mundo más sano. Es ante esta necesidad que surge la propuesta afectiva. La globalización que fomenta la corporatrocia, el liberalismo económico causante de la miseria, la violencia desmedida, la despersonalización del hombre, la desesperanza, el individualismo, el consumismo y los grandes impactos ambientales son unas de las razones básicas para pensar en una nueva forma de educar, para contar con seres humanos capaces de salvar a su propia especie de la hecatombe en que se ha convertido la civilización, ante ello es necesario comprender que:

La tecnología, la globalización y la tendencia mundial de la competencia a ultranza ha generado la descomposición familiar ocasionada por los países poderosos hacia los más débiles, haciendo que muchos padres de familia tengan que salir a buscar con angustia el sustento para sus hijos sin importar si están bien educados o no. Ahora toda la responsabilidad recae en nosotros los maestros que de repente tuvimos que cambiar el papel de transmisores del conocimiento en formadores de seres humanos y, ser psicólogos para tratar de entender porque la mayoría de los estudiantes no progresan y se limitan a sacar una nota para salvar el promedio-. Esto ha conllevado a crear profesionales y empleados mediocres y desempleados, producto de una transformación de la geopolítica mundial que exige seres humanos más competitivos, pero al mismo tiempo mejores seres humanos (6).

Con todo lo dicho hasta ahora debe quedar claro que el origen o surgimiento de la pedagogía central del presente proyecto de investigación pertenece a épocas muy recientes, y que la necesidad económica, social, política, etc., es la que le ha dado vigor y validez. Su aplicación dependerá de la suma de voluntades, pues tendrá que intervenir y levantar sus voces los principales actores del proceso educativo, que son el docente, el padre de familia y el propio alumno.

1.2 Características esenciales.

A continuación se señalarán las propuestas básicas de la Didáctica Afectiva, con el objeto de identificarlas y entender sus alcances y metas. Lo primero que se debe entender es que tal y como lo comenta Zubiría (7), todo proceso de enseñanza basado en desarrollar competencias afectivas debe efectuarse en tres fases, ellas son las siguientes: propiamente afectiva, que consiste en mostrar al estudiante, el sentido que tiene el nuevo aprendizaje y el objetivo del mismo, es el para que aprender; la segunda es la fase cognitiva que comprende los contenidos, es el que se debe saber para ser un competente afectivo y, la última fase es la expresiva que consta del instrumento cognitivo (ideogramas), la simulación y retroalimentación de lo aprendido. Cuando los tres momentos se cumple, el alumno es consciente de su conocimiento, lo puede expresar con total sentido y puede ejercitarlo en cualquiera de los lugares mediadores de su afectividad.

Por otra parte, debe advertirse que la Didáctica Afectiva busca poner en un lugar elevado e importante los sentimientos y emociones del discente en el proceso de aprendizaje y desarrollo de su inteligencia, entendiendo que si el alumno se siente respetado y querido podrá desarrollar de manera más fácil su capacidad de instrucción, resultado de ese proceso una educación verdaderamente significativa. Está comprobado científicamente que toda enseñanza requiere del desarrollo de la afectividad, pues Paul Mac Lean (8), en su teoría neuroanatómica propone la existencia del cerebro trino en el hombre, ello consiste en que el cerebro está formado por tres sistemas cognoscitivos que han evolucionado por separado y que hasta cierto punto funcionan de manera independiente, con su peculiaridad y específica inteligencia, subjetividad y sentido del tiempo y del espacio, así como sus propias funciones de memoria, motrices y de todo tipo. El primer sistema cognoscitivo del cerebro humano es el completo reptílico, que corresponde a la parte evolutivamente más primitiva, envuelve al cerebro medio, lo comparten con el hombre los mamíferos y los reptiles, su función es la de regular las conductas tales como la agresividad, el sentido de territorialidad, los actos rituales y el sentido de las jerarquías sociales. El segundo es el sistema límbico, llamado así porque linda con el cerebro propiamente dicho, es el lugar donde se gestan las emociones intensas y singularmente vividas, formando parte de este sistema se encuentran las glándulas que regulan el comportamiento emotivo de los seres humanos: la pituitaria, la amígdala, el tálamo, el hipotálamo y el hipocampo. Las conductas emocionales y afectivas provienen básicamente de la activación hormonal de esta glándulas, en dicho sistema se regulan la retención visual y el grado de atención, conductas sumamente importantes en las situaciones de enseñanza-aprendizaje. El último de los sistemas es la llamada neocorteza, sin duda la parte más moderna y civilizada del cerebro, capa superficial más extensa de los hemisferios cerebrales, determinante en la buena medida de los actos prototípicos del hombre. En esta región se ubican muchas de las funciones cognitivas que mejor definen al ser humano, sobre todo la capacidad intelectual, es decir: la percepción, la asimilación y la interpretación del conocimiento. Durante toda la vida, específicamente durante la infancia, la adolescencia y la juventud, se experimenta todavía una marcada actividad de los cerebros reptílico y límbico, generando comportamientos de egocentrismo y agresividad. Los adolescentes y los jóvenes, desde esta perspectiva, poseen menos pautas de conducta intelectual. Lo anterior ayuda a descifrar las características básicas de la Pedagogía Afectiva, que son las siguientes:

  • Pretende no sólo formar profesionistas, sino seres humanos íntegros que sean capaces de convivir adecuadamente con sus semejantes, esto contradice a la educación tradicionalista que pondera exclusivamente la formación cognitiva del individuo, limitándose a la transmisión y repetición de formulas acabadas, sin tomar en cuenta factores de convivencia grata entre los individuos.
  • El autoritarismo docente que rigió la educación de las pasadas generaciones es totalmente desechado, pues se trata de que el profesor ya no imponga su voluntad y su verdad como absolutas, ahora el aprendizaje y la colaboración son recíprocos. Se debe rehusar de toda actitud autoritaria que imponga siempre la voluntad del educador para hacerse obedecer o servir de protector exacerbado, ignorando y denigrando la personalidad y la capacidad del educando.
  • Desea que el proceso educativo genere un movimiento empático que provoque en el profesor una actitud adecuada con la cual logre comprender que los sentimientos de los estudiantes pueden ser vectores de creatividad y construcción de vivencias significativas. Finalmente la educación no es otra cosa más que enseñar a hacer, enseñar a ser, enseñar a pensar y enseñar a convivir. Lo anterior echa por tierra la tesis imperante de que la educación debe reducirse a un proceso cognitivo que solamente enseñe a pensar. Se trata de que lo observado y aprendido en clase por el alumno tenga relación directa con su vivir cotidiano en la familia, en el trabajo, en la calle y en la sociedad en general; sólo así se logrará una educación que verdaderamente transforme e incida en los rumbos del progreso y armonía de la civilización.
  • El docente debe tomar en cuenta la parte anímica y psicológica del estudiante, con ello se logran implementar diversas estrategias pedagógicas dentro del proceso educativo, obteniendo como resultado una escuela disfrutable, amena y capaz de mostrar al alumno la necesidad de educarse.
  • Discipular es la meta nueva, la acción de disciplinar queda obsoleta, pues ya no hay autoridades que impongan, sino maestros que coordinan y guían hacia una formación instructiva y constructiva; todos, alumno y maestro edifican el conocimiento. Discipular, es pues, crear discípulos antes que subordinados. El docente tiene en la Pedagogía de la Afectividad la tarea de “propiciar un ambiente de trabajo escolar rigurosamente sustentado en la libertad del estudiante; pero practicando la compatibilidad entre disciplina y libertad del alumno” (9). Se debe lograr que el alumno aprenda y trabaje con libertad, pero sobre todo con voluntad y gusto personal, eso es formar discípulos; el estudiante debe estar plenamente convencido de los beneficios que le reportaría la enseñanza, ser discípulo del maestro y buscar ansiosamente sus enseñanzas.
  • La Didáctica Afectiva es sumamente comprensiva ya que reconoce las necesidades e intereses de los estudiantes, es decir, toda la educación que se imparta debe aspirar a resolver dudas, problemas y situaciones vividas y sentidas por los educandos en su mundo habitual, de lo contrario los procesos de enseñanza se vuelven imprácticos e insubstanciales.
  • Al estudiante se le debe aceptar y reconocer tal cual es y no como al profesor o al sistema les gustaría que fuera, ya que sólo conociendo y aceptando sus valores y defectos, sus actitudes y sus carencias nos apegaremos a potenciar y desarrollar los primeros y a corregir y enderezar los segundos.
  • La motivación es una de las tareas básicas del docente dentro de una Pedagogía Afectiva, el regaño y el castigo como métodos correctivos son inútiles, ya que generan una rivalidad continua entre educador y educando, eso no favorece el aprendizaje efectivo. Ahora se trata de que el catedrático estimule la realización de conductas agradables entre sus estudiantes, pudiéndolo hacer a través de la felicitación, el contacto físico, el mostrar únicamente las conductas positivas de sus estudiantes, nunca las negativas y, también lo puede lograr a través de la confianza y el tener expectativas de logro entre sus discípulos, es decir, que el profesor tiene que creer en la potencialidad de sus alumnos, de lo contrario el ambiente generado será de apatía y desinterés por el aprendizaje.
  • El individualismo de la educación tradicionalista se extingue cuando se sigue como modelo la teoría pedagógica que se está proponiendo en el presente trabajo de investigación. Los tiempos modernos exigen el trabajo colectivo y en equipo y, es ello precisamente lo que debe trabajar el docente del siglo XXI, ya que la falta de coordinación ha llevado a la sociedad al desgaste y a la pauperización. El estudiante de hoy necesita sentir, compartir, convivir, anhelar, y no tan sólo tener saberes teóricos.
  • A partir del presente método de enseñanza se entiende la relación docente discente situada en una base de respeto irrestricto de la dignidad y la integridad del estudiante, porque debe de entenderse que todo proceso didáctico involucra simultáneamente el proceso físico, la inteligencia, la afectividad, la emoción y la voluntad del educando.
  • Finalmente, y tal como lo señala Eudosia Espinoza “Está demostrado científicamente que sin afectos no se aprende. En este sentido es importante ser afectuosos y amables con nuestros estudiantes. No debemos negarle ni una sonrisa” (10).
  • En resumen, se afirma que la Pedagogía de la Afectividad consiste en un nuevo método o modelo educativo que hace que el proceso de enseñanza-aprendizaje se dé en un ambiente armónico, fusionando el aspecto cognitivo con el afectivo en el alumno, donde el docente orienta, auxilia y apoya al discente propiciando la existencia de confianza entre ambos, ello podrá originar que el educando exteriorice sus emociones y sentimientos, ya que de esta manera el profesor sabrá qué estrategia o didáctica pedagógica deberá emplear para facilitar la asimilación de los contenidos científicos, el desarrollo de habilidades y formación de determinados valores y normas de conducta que le permitan al estudiante incidir positivamente en los procesos sociales.
Objetivos
  • Corresponde ahora señalar las metas que pretende lograr la Didáctica Afectiva, a través de ello se entenderá cuál es la trayectoria y qué albores espera encontrar esta nueva propuesta educativa. Quizá uno de los problemas que hasta el momento no se ha resuelto es el estudio de las formas en que se pretende instalar la afectividad en la impartición de la ciencia jurídica en la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana, así como su viabilidad o inviabilidad, pero ello será tarea de un capítulo posterior, lo que por el momento interesa es señalar exclusivamente los fines prácticos y alcances de esta propuesta teórica. Al terminar el presente punto se podrá determinar lo que se ansía y se espera desterrar a partir de los paradigmas pedagógicos afectivos.
  • El presente siglo –en el que se sitúa la afectividad– exige una educación que pretenda entre otras cosas, las siguientes:
  • Que a través del buen trato se despierte en el educando una actitud positiva y de confianza, porque al levantar su autoestima el estudiante logre sentirse capaz de aprender e incrementar sus conocimientos, puede desarrollar sus habilidades y superar o enfrentar sus temores. El alumno si se educa en un ambiente agresivo, indiferente, frio, represor, etc., no consigue motivarse ni generar una fuerza lo suficientemente poderosa que pueda despertar en él deseo de aprender y de cooperar en el proceso de enseñanza, y mucho menos tendrá el interés de incidir positivamente en su entorno social.
  • Que las estrategias y dinámicas pedagogías se desprendan en un segundo momento, después de que el docente ha detectado cuáles son los sentimientos, las preferencias y la situación anímica y psicológica de sus estudiantes. Con ello se pierde la tiranía educativa tradicionalista, pues el sentir del alumno se pone en el nivel más importante, desterrando la idea de que el profesor es el sabelotodo y que sólo debe de llegar al aula a imponer su punto de vista y su carácter ácido e insensible.
  • Que se sustituya en gran parte todo el actuar tradicional de la educación, entre ellos los métodos, los programas, los planes, las didácticas, las dinámicas, etc., para implementar una vida educativa en la que se pondere el involucramiento del alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y lograr convertir dicho sujeto en un individuo emprendedor, entusiasta, dinámico, constructor de conocimiento, analítico, reflexivo y sobre todo, que pueda enfrentarse a los problemas cotidianos para darles solución.
  • Que la dimensión afectiva logre fortalecer la libertad interior, la autonomía personal y la capacidad de tomar decisiones, ya que de esta manera el discente podrá resolver sus conflictos cotidianos y mitigar sus ansiedades.
  • Que el fenómeno educativo no sólo se comprometa a construir y reconstruir el conocimiento dentro del aula, es decir, que no se reduzca a trabajar con el aspecto teórico-cognitivo; sino también a la construcción de la personalidad del individuo, logrando la integralidad de éste, de manera que se piense en una educación formadora de seres humanos constituyentes de una colectividad, los cuales deben convivir adecuadamente dentro de ella. Recuérdese que las relaciones sociales son ampliamente complejas, por lo cual se necesita formar hombres respetuosos de las diferencias ideológicas y de las distintas formas de pensamiento.
  • Que el alumno aprenda que el conocimiento científico es sumamente amplio, que se despierte en él el deseo de la investigación continua, para hacerlo un ser preocupado y ocupado en comprender los fenómenos que le rodean, y sobre todo hacerlo capaz de generar nuevas propuestas y nuevas ideas; que él mismo se convierta en constructor de conocimientos.
  • Que la tarea de la educación tradicionalista de únicamente trabajar con ideas teóricas y cognitivas quede rebasada, ahora se necesita lograr una educación en la que el conocimiento impartido pueda ser detectado por el alumno en problemas y situaciones reales, de lo contrario se pierde la utilidad y el interés por el aprendizaje.
  • Que se cree una nueva perspectiva de sociedad, en la cual se fomenten y rescaten valores y principios básicos, tales como la solidaridad, el respeto, la tolerancia, la justicia, la igualdad, el compromiso, la entrega y la sustentabilidad del medio ambiente.
En pocas palabras, la meta principal de la Didáctica Afectiva es la formación de estudiantes que en su presente logren convivir adecuadamente y puedan contribuir con su sociedad, y en su futuro profesional estén capacitados para aplicar los conocimientos adquiridos y enseñados bajo los lineamientos de la afectividad, que posean un acervo cultural amplio, una serie de principios y valores adecuados, y de esto se desprenda una vida social, familiar, laboral y personal más plena, más sana y más justa, logrando instituir una civilización de verdaderos seres humanos, una civilización del hombre nuevo.

El propósito fundamental de la Pedagogía Afectiva lo señala perfectamente Miguel de Zubiría (11), afirmando que esta teoría tiene por propósito final educar adultos felices y competentes intrapersonal, interpersonal, y sociogrupalmente. Ese individuo feliz se logra mediante enseñanzas afectivas relevantes, por eso en todo proceso educativo se deben trabajar tres áreas curriculares fundamentales, que son: el amor a sí mismo, el amor hacia los otros y el amor al mundo y al conocimiento.

Principales precursores:

La doctrina sustentadora del presente proyecto de investigación fue establecida desde hace aproximadamente diez años. Entre los principales estudiosos de dicha teoría se encuentran los pedagogos Eudosia Espinoza Sinche, Faustino Altamirano Jiménez, Miguel de Zubiría Samper, entre otros.

Eudosia Espinoza Sinche de nacionalidad peruana en su libro La afectividad y el amor son la base de la educación considera que hoy día es difícil educar y enseñar bien, motivo por el cual centra su atención en la formación integral del ser humano a través de la afectividad. La pedagogía que ella propone es consciente de que la educación tiene como objetivo fundamental el desarrollo completo de la personalidad del educando y por ello no reviste un carácter reduccionista limitándose a ser sólo un medio de transmisión de determinados conocimientos, sino que, además de esa dimensión instructiva, procura la dimensión formativa, facilitando al alumno la interiorización de valores necesarios para afrontar la vida conforme a su dignidad de persona:

Educar a nuestros hijos implica valorar lo que es el amor humano, en todos los aspectos. Educar para el amor es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos y estudiantes, es enseñarles que el amor es afrontar con realismo aquello que va a marcar su futuro; es, enseñarles a ser felices. El amor impone a cada uno el dominio de los propios gustos y caprichos a unas normas que defienden los intereses de la familia entera. Por tanto, el verdadero amor debe conjugarse con disciplina y normas que regulen la vida en el hogar. Nuestros hijos y estudiantes deben entender que la disciplina les traerá enormes ventajas; nosotros comprenderemos que nuestros ejemplos enseñarán más que muchas lecciones. (12)
Faustino Altamirano Jiménez de nacionalidad mexicana, es otro de los estudiosos de la afectividad, pues en su manual Didáctica afectiva y enfoque constructivista escrito en el año 2005, señala que el contexto propiciatorio del aprendizaje debe tener un carácter eminentemente humano, es decir, debe apelar a la emoción del estudiante y a la relación de ésta con su inteligencia. Dicho proceso está dirigido a involucrar positivamente la voluntad del joven en su proceso de aprendizaje, ya que considera que el acto de aprender debe involucrar afectividad, voluntad e intelecto.

Otro de los precursores y tratadistas de la presente didáctica es el colombiano Miguel de Zubiría Samper, que considera que el desarrollo de la enseñanza de competencias afectivas, debe constar básicamente de tres fases: la afectiva, donde se muestra al estudiante, el sentido que tiene el nuevo aprendizaje y el objetivo del mismo, el para qué aprender. Posteriormente la fase cognitiva, que comprende los contenidos, es el qué se debe saber, por último la fase expresiva, que consiste en la aplicación de los contenidos científicos aprendidos en las fases anteriores. Este pedagogo cree que se debe educar para la vida, formar hombres que puedan responder a la existencia individual y sociogrupal.

Los tres intelectuales señalados son los que principalmente se han dedicado a los estudios afectivos aplicados en el ámbito educativo, pero no hay duda de que habrá otros, los cuales se analizarán y mencionarán si así lo exige el tratamiento del presente trabajo de investigación.

Otros de los investigadores que hoy día son defensores o complementadores de la afectividad son Sergio Tobón, César Coll, Erich Fromm, etc. Todos ellos hablan de distintos aspectos que enriquecen y fundamentan la presente teoría pedagógica.

Ciencias auxiliares en la aplicación de la pedagogía afectiva

Para aplicar la Pedagogía de la afectividad es necesario comprender los aportes que podrían hacer otras ciencias sociales en dicha labor, descubrir y analizar esos puntos es un compromiso ineludible, pues ello permitirá tener claro el campo de acción, y sobre todo, facilitará el cumplimiento de las expectativas. Así, la psicología, la ética y la sociología son ciencias verdaderamente auxiliadoras y complementarias en la ejecución pedagógica de la afectividad.

La psicología
Respecto a la psicología, se puede decir que ayuda a determinar si el alumno se encuentra o no en condiciones óptimas para aprender, ya que en muchos casos los jóvenes pueden tener problemas –familiares, económicos, laborales, espirituales, etc., – que les impiden asimilar y aplicar los conocimientos. La psicología puede brindar importantes estudios de personalidad que permitan elaborar planes y programas didácticos acordes con las preferencias, aptitudes, limitaciones y necesidades de los estudiantes. Hay casos en que el núcleo familiar del educando se encuentra en crisis, y como es lógico, este problema repercute en la calidad del aprendizaje, la psicología entra en ese momento en acción, estudiando, entendiendo y sobre todo tratando y resolviendo el problema. Los inconvenientes de autoestima o inseguridad en el discente también son un fenómeno que puede remediar la psicología, ésta puede evitar la aparición de obstáculos que dificulten la asimilación y aplicación de los conocimientos. Se trata de que el rendimiento académico sea significativo, pero no debe olvidarse que el alumno es un ser humano que muchas de las veces está rodeado de contrariedades, traumas, miedos, represiones, sufrimientos, etc., la psicología pues, es una disciplina verdaderamente auxiliadora dentro de todo el proceso educativo, pero más aun si se está pensando en una educación agradable, emotiva, empática, funcional y sobre todo fructífera.

La ética

“La ética se encuentra íntimamente ligada a otra disciplina como lo es la axiología ó teoría de los valores. Dentro del comportamiento moral del hombre, encontramos a los valores, en este caso la ética se enfoca a los valores morales: justicia, honestidad, fidelidad, bondad, entre otros” (13). En el trabajo de cualquier reforma educativa la ética resulta ser transcendentalisima, para la presente tarea dicha ciencia contribuiría en la enfatización y rescate de los valores, tales como el respeto en las relaciones sociales, la solidaridad y cooperación entre individuos, la búsqueda de la justicia e igualdad, la honestidad y la bondad, entre otros. Por ello es que la ética al ser una ciencia axiológica contribuye a armonizar el comportamiento del hombre dentro de su sociedad, ella ayuda a mejorar la convivencia. La obligación de la educación de hoy y del futuro, debe ser el rescate de los valores básicos para lograr una civilización donde impere la concordia, ya que no se puede concebir una sociedad carente de valores y principios. Si el fenómeno educativo en todos sus niveles no produce seres humanos propensos a lo bueno, a lo justo, a lo útil y a lo verdadero, el esfuerzo será en vano y no logrará marcar diferencias importantes. La afectividad como modelo revolucionario de la educación predica una sociedad valorizada, sana, agradable y amable; por lo tanto, los individuos egresados de todo proceso de enseñanza deben ser competentes para instituir tal sociedad, que se exige y demanda a gritos.

El individuo que exige nuestro tiempo es un ser con valores y capacidades suficientes para mejorar su entorno y resolver los retos presentes. Así, dicho individuo podrá determinarse y cuidarse así mismo, comunicarse y expresarse con sus semejantes para lograr acuerdos, trabajar en forma colaborativa y participar con responsabilidad, emotividad y honestidad en la sociedad. La ética debe cooperar a los procesos educativos donde se siga el método afectivo, auxiliando en el diseño de planes y acciones que logren mayor eficiencia y calidad en la enseñanza aprendizaje.

La sociología

Max Weber define a la sociología como “la ciencia que se propone entender el obrar social, interpretando su sentido y, mediante ello, explicar causalmente su desarrollo y sus efectos” (14). Cualquier reforma educativa requerirá siempre del auxilio de la presente ciencia, ya que a través de ella se pueden entender las causas, orígenes y obligatoriedad de los fenómenos derivados de la interacción humana. El hombre no es un ser aislado, su cotidianidad no se desarrolla de manera ermitaña, requiere comunicarse, asociarse y relacionarse con sus semejantes, a partir de ello es que la sociología se instituye, pues hay necesidad de comprender para qué sirve esa interacción, de dónde proviene, qué problemas se desencadenan a partir de tal convivencia y como darles solución práctica, etc. La Pedagogía de la Afectividad al aspirar a revolucionar los procesos educativos necesita de los postulados y tratamientos teóricos de la sociología, ésta le aportará una explicación lógica y científica sobre el funcionamiento de las estructuras que en la sociedad provocan cohesión y progreso, con ello se puede diseñar una estructura educativa tendiente a lograr tal unificación y perfeccionamiento de la colectividad. El estudio de las comunidades y sus necesidades básicas puede ser otro aporte destacado que la sociología puede hacer en el campo educativo, porque si se sabe cuáles son las carencias de determinado grupo social, se sabrá también que proyectos instaurar y desarrollar en él. Por otro lado, conocer el panorama de las cuestiones políticas, económicas y religiosas de la sociedad es imperioso y estratégico en el diseño de cualquier práctica educativa, por lo mismo la sociología se vuelve vital en toda meta pedagógica.

Se ha concluido el presente capítulo, en él se explicó de manera breve y concisa el contenido de la Pedagogía Afectiva, a partir de ahora conocemos sus fines, alcances, aportaciones, principales precursores, etc. Realizada la presente tarea se puede pasar a una segunda, la cual consistirá en discutir la viabilidad de instaurar el método afectivo en la enseñanza de la ciencia jurídica dentro de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, para lo cual se emprenderá una amplia discusión e investigación, se tomarán en cuenta los lineamientos jurídicos, sociales, sindicales, etc., imperantes en dicha Institución y, a partir de ahí obtendremos una propuesta específica para entender si la afectividad puede ser instaurada en este plantel educativo.



Referencias bibliográficas


  1. Saavedra Pineda, Lucero. “Reseña de la teoría pedagógica afectiva” en La pedagogía afectiva como método de enseñanza-aprendizaje en la facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2010. Tesis de licenciatura, Cap 1, pp.1-19.
  2. Altamirano Jiménez, Faustino, et al. Didáctica Afectiva y Enfoque Constructivista. Ed. Proedual. México, 2005, Pág. 19
  3. Zubiria Samper, Miguel de, et al. Enfoques pedagógicos y didácticas contemporáneas. Ed. Fundación Internacional de pedagogía conceptual. Bogotá, 2004. Pág. 13.
  4. Ibidem.
  5. Espinosa Sinche, Eudosia. La afectividad y el amor son la base de la educación. Ed. Perú, 2004. Pág. 8.
  6. Zubiria Samper, Miguel de, et al. Enfoques pedagógicos y didácticas contemporáneas. Ed. Fundación Internacional de pedagogía conceptual. Bogotá, 2004. Pág. 17.
  7. Idem
  8. Mac Lean, Paul. Un concepto triune del cerebro y el comportamiento. Ed. Universidad de Toronto, 11ª ed. Torornto, 1973. Pág. 264.
  9. Altamirano Jiménez, Faustino. et al. Op. cit. Pág. 44.
  10. Espinoza Sinche, Eudosia. Op. cit. Pág. 10.
  11. Zubiría Samper, Miguel de. Op. cit. Pág. 20,
  12. Espinoza Sinche, Eudosia. Op. cit. Pág. 7.
  13. Escobar Valenzuela, Gustavo. Ética. Ed. Mc Graw Hill. 4ª ed. México, 2000. Pág. 74.
  14. Senior F., Alberto. Sociología. Ed. Porrúa. 15ª ed. México, 2002. Pág. 10.

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  1. Bueno pues yo estoy de acuerdo con la pedagogía afectiva, porque da un cambio a lo tradicional que solo se memorizaban los conocimientos, ya que se aprendía por compromiso u obediencia sin tomar en cuenta los sentimientos del alumno, en cambio la pedagogía afectiva favorece al desarrollo de los sentimientos, ternura, cariño, amor comprensión y conductas de respeto, tolerancia hacia los demás pero hoy en día el ritmo de vida que llevamos los seres humanos, se está perdiéndola convivencia afectiva, y se está viendo al ser humano, como una máquina de producción.
    La psicología la ética y sociología son ciencias auxiliares de la pedagogía afectiva, desde mi punto de vista me parecen muy importantes, ya que por medio de ellas podemos estudiar al alumno y analizar alguna problemática, ya sea psicológica que tenga que ver con el comportamiento en el niño, la ética con los valores morales, y la sociología observando el comportamiento social en el que conviva el niño.

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  2. si por algo se caracteriza al ser humano es la capacidad de comunicar a nuevas generaciones sus conocimientos y descubrimientos por eso el ser humano debe ser educado en el amor a si mismo y el amor a los demás el propósito de la pedagogía afectiva es educar individuos felices para que de esta manera puedan ser competentes en la área en la que se desenvuelvan ya que la pedagogía afectiva parte de los sentimientos del alumno para que este pueda adquirir los conocimientos.

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  4. Está pedagogía también se le conoce como pedagogía del amor de como los sentimientos tienen un lugar importante en la educación;ya que ellos son una educación fundamental de nuestro ser humano,están siempre presentes en nuestra vida cotidiana aunque pasen siempre por apresividos.
    Pero algunos docentes no toman veces los sentimientos ya que estos interfiere con el pensar.
    Los sentimientos influyen en como lo aprendemos,no es muy frecuente en que los maestros cuestienen a los alumnos en como se sienten en el grupo.
    Sía los maestros les interesara esto generalmente encontrarían indicios valioso que les ayudaría a comprender el entusiasmos y el comportamiento cognitivo de los estudiantes,o bien la apatia,desinterés, y falta de rendimiento.

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  5. En estos tiempos en los que hay mucha carencia de amor ( en en ámbito educativo) considero que la Pedagogía Afectiva es una opción necesaria para tratar de cubrir ese vacío existente en los alumnos inmersos en este mundo globaslizado, que individualiza cada cada vez más y nos separa de la realidad, creando una crisis existencial y en las relaciones personales, desensibilizando el proceso educativo.

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